En los 28 años que trabajamos como conservatorio de enseñanza musical a niños y jóvenes hemos visto aspectos y signos que nos hablan directamente de ¿Cómo debe ser la educación de las nuevas generaciones?.
Obviamente pensamos que aprender música como un lenguaje es el objetivo macro fundamental a perseguir, pero: ¿Qué requisitos se deben cumplir?, ¿hay condiciones previas que facultan el rápido desarrollo?, ¿es la inteligencia un factor de la herencia, o no?, etc., etc.
Podemos afirmar con toda certeza que los niños más capaces y talentosos que hemos tenido tuvieron condiciones previas muy similares, a saber:
- Sus padres concibieron su tarea educativa desde el embarazo
- Sus padres se ocuparon del desarrollo prematuro de la inteligencia e investigaron sobre ello
- Colocaban música clásica (generalmente Mozart o Bach) en el vientre de la madre para compartirla con el bebé.
- En la medida que éste proceso fue regular y diligente, se hizo diariamente con predisposición y conocimiento de causa, los niños son diligentes e inteligentes
- Los padres compartieron la narración de cuentos o historias al bebe desde el vientre.
- Al nacer continuaron con esta tradición y extendieron los principios de desarrollo de la inteligencia
- Al observar que los niños tenían intereses por la lectura, los sonidos, los números, el lenguaje, los sonidos o los colores continuaron entregando al bebé objetos con esa motivación.
- Todos estos niños aprendieron y desarrollaron antes y más rápido su lenguaje, lectura, aritmética, coordinación visual y motora, natación, ajedrez, pintura y dibujo, lógica, concentración, atención y obviamente la música como un lenguaje.
- Prácticamente fueron los niños quienes trajeron a sus padres a nuestro conservatorio. (podríamos concluir diciendo que: "a padres diligentes, hijos inteligentes"
- La mejor inversión de la vida es el desarrollo de la inteligencia y los talentos de los hijos
Exactamente lo mismo nos dice esta pequeña niña en su discurso de TEDtalks que les presentamos a continuación: